Pensar en un contexto laboral sin accidentes, desde una percepción que vaya más allá de la concepción de obligatoriedad, puede parecer a priori un deseo utópico. Sin embargo, la cultura preventiva va calando poco a poco entre los directivos de las grandes corporaciones, responsables de recursos humanos y encargados de prevención.

Un entorno sin accidentes o sin riesgos laborales, pasa a ser un escenario que incide directamente sobre la rentabilidad de las empresas. La disminución de las bajas laborales, la siniestralidad o el absentismo, están directamente relacionadas con la promoción de conductas y modos de actuación que favorezcan la seguridad en el trabajo.

El compromiso por la seguridad, o la promoción de actividades saludables son actividades cada vez más frecuentes en las empresas, que apuestan firmemente por el bienestar de sus empleados, como sinónimo de rentabilidad. Además, el establecimiento de medidas preventivas que disminuyan los riesgos y favorezcan dicho bienestar va calando en los protocolos de actuación que no sólo llevan a cabo las grandes corporaciones, sino que son de obligado cumplimiento para las subcontratas más pequeñas que quieren trabajar con dichas firmas.

De este modo, la cultura preventiva  viene marcada por la actitud proactiva de los responsables de las empresas  que fomentan la concienciación de los trabajadores, educándolos en metodologías de trabajo seguras, donde prima la salud.

Así, Parker et al (2006), definió los “5 Niveles de la Cultura Preventiva”:

• Nivel Patológico: es el llevado a cabo por las empresas que no se preocupan por la seguridad y la salud laboral, simplemente actúan para evitar sanciones de la autoridad competente.
• Nivel Reactivo: comprende a aquellas empresas que se preocupan de la seguridad y salud laboral cuando hay un accidente.
• Nivel Formalista: en este nivel se encuentran aquellas empresas que tienen implantado un sistema de gestión, que cumple unas reglas. El sistema genera datos de seguridad y salud, se modifican procesos y se llevan a cabo auditorias de seguridad y salud, de manera ocasional.
• Nivel Proactivo: Se trata de una cultura estratégica de la prevención. Se mira de cara al futuro y todo el equipo y dirección están involucrados en la seguridad y la salud. Las personas tratan de anticiparse para que no ocurran accidentes, preguntándose cómo mejorar. Este sistema hace que las auditorias no sean tan necesarias, pues el sistema en sí mismo confía en las personas.
• Nivel Generativo: Se constata en empresas donde se  han conseguido estándares muy altos, los errores y fallos son usados para mejorar, se buscan los fracasos antes de que ocurran. Existe una transparencia total, no se oculta nada. El respeto por la salud de las personas está implícito en todas las decisiones. La seguridad y salud de los trabajadores es un valor de la organización, la prevención es nuestra forma de trabajar.

Desde Seprex, tratamos de promover, día a día,  la cultura preventiva como una filosofía entre nuestros clientes, un modo de actuar normalizado e implícito en la actividad laboral, con el fin de que se convierta en rutina.

Ahora, debes pensar ¿En qué nivel está tu empresa? ¿quieres subir de nivel?

Nosotros, podemos ayudarte.