La llegada a España del COVID-19, más conocido como Coronavirus, plantea un problema real a las empresas. Para muchas, operantes en el mercado asiático, esta realidad llegó hace días, incidiendo directamente en su productividad, otras deben intentar que no les pille por sorpresa.
De este modo, y con el fin de anticiparse o protegerse, muchas están implantando o deben implantar planes de contingencia y autoprotección. Entre las medidas más usuales, son frecuentes la disminución o cancelación de los viajes programados, el aumento del tele-trabajo o de las reuniones mediante medios digitales, las recomendaciones sanitarias que inciden en la potenciación de la higiene o medidas internas de prevención como el uso de mascarillas que están implantando algunas empresas, sobre todo en el caso de profesiones donde el trato con el cliente/paciente no supera el metro de distancia.
Además, recomiendan a sus empleados que sigan las indicaciones establecidas por las autoridades y que comuniquen a la empresa cualquier síntoma que pueda relacionarse con dicha afección.
No obstante, tanto autoridades como empresas apuestan por mantener la calma y optar por las medidas preventivas que eviten el contagio, ya que se trata de una enfermedad de fácil transmisión, pero con bajo riesgo de mortalidad.